Situado en el corazón de la comarca del Noroeste, el municipio de Cehegín, con sus fértiles y extensas tierras, ha sido el lugar elegido por diferentes culturas para ser morada de sus pobladores desde los tiempos más remotos. Los restos de otras culturas se remontan a la Prehistoria, a sus pinturas rupestres. Sin embargo, íberos, romanos, visigodos, árabes y cristianos también dejaron sus propios testimonios en su travesía por la Historia de la ciudad de Cehegín. El paso de estas civilizaciones ha ido dejando huella en esta tierra, lo que ha hecho posible que, con el transcurrir de los siglos, se cuente en la actualidad con un patrimonio muy rico en sus diferentes manifestaciones. Tanto es así que en 1982 el casco antiguo de Cehegín fue declarado Conjunto Histórico por el Ministerio de Cultura.
Todo comenzó con un asentamiento en el frente más escarpado de la Peña Rubia de Cehegín, donde se encuentran las cuevas con pinturas rupestres y yacimientos con una antiguedad de 4400 años. En ellas existen restos de diferentes culturas. Las pinturas rupestres fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.
Cehegín también cuenta con vestigios de culturas posteriores que decidieron asentarse en sus fértiles suelos. En la misma Peña Rubia se han encontrado enterramientos colectivos pertenecientes al período Calcolítico. Tambíen se han hallado poblados argáricos del Bronce Final. Sin embargo, fue en época íbera cuando surgió una de las principales concentraciones urbanas del mundo clásico en la comarca, BEGASTRI.
Tras la conquista romana de Hispania, el asentamiento de Begastri pasó a ser elevado a la categoría de municipio romano, lo que llévo consigo la construcción de numerosos edificios de época clásica.
No se han podido precisar los peligros que acechaban a Cehegín, pero se piensa que pudieron ser las incursiones bárbaras del siglo III d.C. de francos y alemanes, el peligro a comienzos del siglo V, cuando los bárbaros rompen el limes del Rhin y cruzan los Pirineos.
Tras la toma de Cartagena por vándalos y alanos en el 425 d.C. se considera finalizada la dominación romana de la Península. Se abandonó la cátedra episcopal de Cartagena y begastri llegó a alcanzar la condición de sede episcopal durante el siglo VI.
Después Cehegin pasó a estar controlada por los musulmanes que no se asentaron en la misma ciudad, sino que decidieron construir la suya muy cerca del viejo emplazamiento. La tribu islámica, los zenehegíes, lo hicieron en el cabezo del Puntarrón, con el objetivo de controlar el valle del río Argos y la ciudadela blanca de Begastri. ESTE FUE EL GERMEN DEL ACTUAL CEHEGÍN. Los vecinos se trasladaron poco a poco hacía este emplazamiento. El trasvase de población, acelerado con la ruptura del pacto de Teodomiro hizo que Begastri se convirtiera en comunidad mozárabe. Los habitantes, que optaron por no marchar del asentamiento, reorganizaron su vida haciéndose hueco entre los escombros de la vieja y ruinosa ciudad.
Con la reconquista castellana comenzaron los asentamientos de los primeros cristianos en Cehegín, concretamente en la actual pedanía de Canara, concedida como señorío a Pedro Meléndez Fan. En 1264 estalla en el reino de Murcia la sublevación mudéjar como consecuencia del progresivo incumplimiento de las cláusulas del tratado de Alcaraz por Alfonso X. Dos años más tarde el levantamiento fue sofocado y como recompensa por su ayuda, Alfonso X donó Cehegín, junto a Bullas y Caravaca, a la Orden del Temple. Sin embargo la sofocación del conflicto y la posterior represión hizo huir a los habitantes musulmanes de Cehegín, que afinales del siglo XIII estaba despoblado.
EL FRACASO DE LA REPOBLACIÓN CRISTIANA HIZO QUE FUESE ANEXIONADA CEHEGIN A CARAVACA DE LA CRUZ COMO ALDEA, TRAS LA DESAPARICIÓN DE LOS TEMPLARIOS LA ENCOMIENDA DE CEHEGÍN, CARAVACA Y BULLAS, FUE A PARAR A LAS MANOS DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO. ESE AÑO ALFONSO XI DECIDIÓ SEPARAR CEHEGÍN DE CARAVACA. Sin embargo el señorío santiaguista de Cehegín ya se había inaugurado años atrás. Fue en la segunda mitad del siglo XIV cuando Cehegín comenzó a recibir moradores, todavía muy escasos debido a la situación de frontera con el reino de Granada y a las epidemias de peste que asolaron Murcia. Se hizo necesario reconstruir la imagen de la villa con nuevas iglesias y edificios.
La antigua Begastri se fue convirtiendo en el Cabezo de las Ruinas (Cabezo Roenas) del que se sacaron los materiales. El ascenso poblacional e importancia de la villa aumentó durante la centuria siguiente, hasta que Fajardo ´El Bravo´ decide incluirla dentro de sus señoríos conquistados en la rebelión.
Tras la desaparición del enemigo musulmán Cehegín creció demográficamente de modo espectacular, llegando casi a doblar su población pasando de casi 3000 habitantes a los 5000 habitantes.
Este aumento poblacional se vio retroalimentado por el incremento en las roturaciones agrícolas y la expansión de la cabaña ganadera. Fue en estos años cuando comenzaron las RIVALIDADES CON LA VECINA CARAVACA POR LA DESPOBLACIÓN DE CANARA, QUE SE INTEGRÓ EN CEHEGÍN BUSCANDO LA PROTECCIÓN DE SUS HUERTAS, AMENAZADAS POR LOS GANADEROS CARAVAQUEÑOS.
Después del peligro musulmán la ciudad se agranda y se embellece. Se construyeron diferentes edificios, sobre todo religiosos, como la IGLESIA DE LA SOLEDAD, ERMITA DE LA CONCEPCIÓN, LA MAGDALENA o LA IGLESIA DEL SANTO CRISTO del siglo XVI y el CONVENTO FRANCISCANO DE SAN ESTEBAN del siglo XVII.
La crisis del reino de Murcia de toda España en esta centuria, parece que no afectó de forma significativa a Cehegín. A pesar del hambre que se padeció como consecuencia de las epidemias de peste, las plagas y las gueras de la corona; la villa continuó con su tendencia alcista en el número de habitantes. El único punto negro fue la pérdida de la aldea de Bullas, que se independizó de Cehegín en 1689.
En el siglo XVIII se produce un nuevo aumento poblacional, a pesar de la pérdida de Bullas, pasando a tener el municipio unos 7000 habitantes. En esta centuria la ciudad vio incrementado su patrimonio arquitectónico con nuevos edificios, sobre todo civiles.
Algunos ejemplos son el PALACIO DE AHUMADA, EL HOSPITAL DE LA REAL PIEDAD, EL AYUNTAMIENTO, O EL PALACIO DE LOS FAJARDO.
UN ACONTECIMIENTO DE IMPORTANCIA PARA LA VILLA TUVO LUGAR EL 25 DE JULIO DE 1725 CON LA ENTRADA DE LA PATRONA, LA VIRGEN DE LAS MARAVILLAS, se trata de la virgen María con el niño Jesús en brazos traída desde Nápoles.
Esta bella imagen mariana, joya escultórica del barroco napolitano, llegó desde el primer momento a los corazones de los cehegineros. Desde entonces las fiestas en su honor han tenido una larga trayectoria en la que no han faltado obstáculos ni sobresaltos.
Antes de que llegara a Cehegín la Virgen de las Maravillas el patrón era SAN ZENÓN y para aprobechar la llegada de la virgen se puso el día 9 de septiembre como día festivo en honor a SAN ZENÓN y el día 10 de Septiembre en honor a LA VIRGEN. El nombre con el que se iba a invocar a esta imagen fue el de las MARAVILLAS, aunque no estuviera acuñado en el santoral. El culto a la Virgen se impuso rápidamente y desbancó a la Virgen de la Peña. AL MISMO LLEGAR CALÓ EN LOS CORAZONES DE LOS CEHEGINEROS, Y EL PUEBLO SE VOLCÓ CON ELLA. POCO TIEMPO DESPÚES MUCHAS NIÑAS YA LLEVABAN SU NOMBRE y EN 1734 SE DOTA A LA VIRGEN Y EL NIÑO CON CORONAS DE PLATA.
El culto a la Virgen de las Maravillas siguió aumentando a pasos agigantados, hasta que a finales del siglo XIX comienzan a figurar las Fiestas de la Virgen como las únicas en el calendario, olvidándose las de San Zenón. Por aquellos años las Fiestas en honor de la Virgen de las Maravillas tenían una duración variable, pudiendo oscilar entre los tres o seis días. Los actos religiosos eran los más importantes y marcaban el comienzo y el fin de las fiestas con los traslados de la Virgen. En estas procesiones los vecinos, además de ir tras la imagen, preparaban los descansos o altares callejeros.
En los festejos civiles había pólvora, música de la banda y concursos de cucañas.
Fue durante este sigo XIX cuando se unió a las Fiestas en honor a la patrona la Feria de ganado y artesanía, con el fin de estimular la economía local. Esta Feria desaparecería a fines de la centuria para ser recuperada en 1900, cuando las condiciones económicas lo permitieron. Ese mismo año llegó la luz eléctrica a la Feria y Fiestas de Cehegín, brindándole mayor espectacularidad y alegría. El culto y la devoción a la Virgen de las Maravillas llegaron a su máxima expresión cuando en 1927 fue nombrada patrona oficial de la localidad.
En este contexto se celebraron los actos de conmemoración en las Fiestas patronales por el 200, 225 y 250 aniversario de su llegada Cehegín.
En la actualidad, y tras el 275 aniversario de la llegada de la Virgen de las Maravillas, esta es una festividad muy sentida y vivida por los cehegineros que cada año se esmeran más en su celebración.
Por todo ello y su historia, no es de extrañar que Cehegín sea en la actualidad uno de los municipios más activos y atractivos del panorama regional.
¡ VIVA CEHEGÍN Y VIVA LA VIRGEN DE LAS MARAVILLAS !
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